Relacionado con la construcción de identidad del niño, a partir de las características propias y la diferenciación que establece entre él, y otras personas, se promueve el desarrollo de la autonomía estimulando su confianza, autoestima e identidad.
Tambien se vinvula con el establecimiento de los primeros vínculos afectivos: positivos, seguros, estables y amorosos, considerando el proceso de adaptación y socialización y la formación y práctica de valores, actitudes y normas.